Juntos formando la luz del Evangelio

SEÚL, COREA DEL SUR (28 de octubre de 2025) – En el día de apertura de la Asamblea General de la Alianza Evangélica Mundial en Seúl, el Dr. Goodwill Shana (Presidente Ejecutivo de la WEA) conectó el tema de 'Vivir el Evangelio' en unidad a través de una poderosa metáfora:

Algo hermoso se está desarrollando en Corea. Estamos viendo una mayor unidad en la iglesia evangélica, y esto se relaciona directamente con el tema en el que queremos centrarnos hoy: "Que haya luz: unidad en la diversidad".

Nuestra Escritura de referencia es Génesis 1:3. En la Biblia hebrea, contiene solo siete palabras: «Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz».

De todas las palabras que Dios pudo haber pronunciado, en su omnisciencia y sabiduría, eligió comenzar con la luz. Este es el tema que queremos abordar como AEM. Desde los albores de la creación hasta la misión de Cristo, la luz siempre ha representado la proclamación del Evangelio y la obra continua de Dios hasta nuestros días. Cuando Dios dijo: «Sea la luz», estaba revelando su naturaleza.

En la AEM, nuestro punto de referencia en la diversidad debe partir de Dios. Nuestra identidad como denominaciones, pastores y movimientos carece de sentido si no está arraigada en el Dios Todopoderoso, la Luz suprema.

La luz es la primera misionera de Dios: viaja, revela y transforma. Trae claridad donde había confusión y vida donde había vacío.

Evangélicos de todo el mundo se reunieron aquí. Hay 124 países representados en esta Asamblea General, con 161 alianzas nacionales en la WEA. Todos ellos encarnan este mismo propósito misionero. Viajan, hablan, aportan claridad y transforman. Con la luz, Dios inició la creación; en Cristo, la Luz, Dios trajo la salvación. A través de la Iglesia, Dios continúa trayendo luz y transformación, y esa es la razón principal por la que nos reunimos desde todo el mundo.

La segunda cosa en la que me gustaría que nos fijáramos es esta: aunque la luz parece simple y cumple una sola función, al pasarla por un prisma, revela el espectro electromagnético: los múltiples colores que componen una luz radiante. Cada color es distinto, pero juntos forman un todo brillante. Lo mismo ocurre con el Cuerpo de Cristo y con la AEM.

Tenemos muchos colores, pero cuando nos unimos, formamos la luz del Evangelio. Hay un solo cuerpo, un solo Espíritu, un solo camino, un solo Señor y un solo Evangelio. Cuando la luz de la Iglesia atraviesa el prisma del diseño de Dios, revela la belleza de muchos colores: gente de Latinoamérica, Oceanía, África, Oriente Medio y Europa. Es a través de todos estos colores que la luz del Evangelio de Jesucristo se extiende por todo el mundo.